Cuando
te duela la voz,
te
quedes en silencio,
el
frió se abrace a ti
o
te duela el impulso...
te
querrás casar conmigo.
Te
querrás casar conmigo
cuando
esparzas tus raíces
llenas
de pasados,
que
tienen más de veinte años.
Solo
así, serás el dueño de tu vientre,
y
de mi vientre,
para
terminar besándonos las entrañas.
Serás
el puente donde se una nuestra sangre,
la
desembocadura de todos nuestros huesos.
Te
querrás casar conmigo
cuando
notes que tu sangre me responde
y
tu piel se despegue de la vida dando saltos.
Me
verás
y
notarás que al mirarme me has parido,
resurgiendo
de entre los muertos,
y
porque al besarte en la boca...
ya
podré levantarme del suelo.
Te
unirás a mi cuando sientas morir el alma,
o
cuando sientas que nada ha de tragarme,
¡ni
una leve huella del día ha de rozarme!
-eso
pensarás-.
Sentirás
que sin mi
habrás
vivido muerto en mi ausencia.
Solo
así, te querrás casar conmigo,
con
el dolor vencido de tu corazón sin límites.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por vuestra visita a mi blog, espero que mis publicaciones hayan resultado de vuestro interés. Si me lo haces saber, mejor!!!!