lunes, 9 de diciembre de 2013

¡QUE SEA YO QUIEN RESPONDA!



Si se muere,
¿quién oye a los muertos?,
¿las gargantas de los cementerios
o las maderas que nos sustentan
 -con sus manos duras-
 soportándonos con sus dedos?

A mí que me recuerden hoy,
que el mundo siempre ha sido muy suyo,
con sus bocados hacia las madres
moldeándolas con sus dientes,
llenas de hambres, ¡tosiendo pestes!,
y yo, ¡siempre he sido yo!

Cuando llegue mi momento echaré la vista a un lado,
cerraré con púas y puertas mis ventanas, 
-sin verme ahogada-,
¡y más de una boca que así descansará, 
entre otras la mía después de muerta!

Que la vida se acerque a mi lado,
que se siente en mi mesa,
y solo cuando mis gusanos se queden callados,
hablaremos todos, ¡y de todos los que se han quedado!

3 comentarios:

  1. Muy buena poesía amiga y que sólo sea tu voz

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  2. Ooooooole!! pedazo poeta, es que no me canso oye, ni una miajica, de leerla señora mía. ;-)

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