Dejaré la tierra de mis alomares,
De los bríos y desvelos de mis manzanares.
El gélido velo,
Reposando entre
mis largas mañanas,
Y de mi suave cabello.
¿Que será de ellas?,
De mis dulces manzanas,
Y de mis años estancados
¡Porque ya no puedo!
De las tejedoras de mi tiempo entre algodones,
Y de mis sudores,
Sin sus raíces y sin las flores.
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