He de despedirme
del amargor de mis años adultos,
de los escenarios
y del éxito que ya me pesa.
Los aplausos se han callado.
Soy mi carga hecha de carne
y mapa aquí tirado.
Soy diversas historias
que ya se contaban,
sin sus dientes de años dorados.
Ya apenas caminaba,
ni ponerme en pie me dejaba
dando gracias a la mañana.
Hoy te esperaba,
en el mismo escenario
donde me diste vida.
Tus aplausos los he vuelto a escuchar,
me he levantado
con el peso de otro éxito.
Arriba el telón de mi próxima vida.
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