Vence con fuerza y valentía,
aquellos miedos rozando ya la cobardía,
un día te venceré en acto de rebeldía,
lo que me llevó a esconderme entre la noche y los días.
Saldré en busca de tus miedos,
seré la bestia convertida en demonio,
tú me enseñaste lo que era el desprecio,
pues ahora muerde de este cuello que te presto.
Ya no diriges mis temblores,
ahora soy la carne de un anzuelo,
y tú mi víctima ¿te doy miedo?,
esperaré hasta que muerdas de mi anzuelo.
¿La liberación puede ser motivo de venganza? Si hay venganza quiere decir que todavía estamos poseídos, presos por eso de lo que nos queremos liberar. La liberación, que es amor, no necesita recordar el pasado, que es lo que es la venganza.
ResponderEliminar¡Cuánta verdad hay en cada uno de tus versos! Me ha gustado muchísimo leerte.
ResponderEliminarAbrazos. Rosa.
Totalmente de acuerdo, la sed de venganza es sinónimo de no alcanzar la paz. Pero hay que superar los miedos, no dejarse humillar y rebelarse con uñas y dientes, puesto que:
ResponderEliminarEs difícil vivir con el miedo en los ojos,
con el corazón en un puño,
la tensión por los aires,
o esconderte para que no te encuentre.
Es fácil permanecer en el silencio,
oculto entre las sombras de cualquier luz,
porque no quieres ver mas que madera y cemento.
Descansar acostada desterrando la calma,
la paz envenenada por actos y pensamientos,
a años luz de lo que creen conocerte,
que por conocerte te lapidaron en vida,
y con ello te dieron caza y una fría muerte.
Gracias por leerme y opinar, un gran saludo Toni Segarra.