Por enero lloran los copos,
¡copos como pañuelos!
Ganaderos altivos, ¡altaneros!
mirad como renuncia mi garganta
a su voz por enero.
¿Quién levantó los olivos de la mañana?,
son más fuertes y más altos que los febreros,
¡y que este cuerpo!,
con el cansancio ya labrado
que ha quedado en el campo de su febrero.
Alimentados por el agua casta,
la tierra, el sol, el aire,
creciendo entre los marzos.
Alimento de mi cuerpo unido,
me abre de brazos
y coge en su seno
este tronco tieso, caído.
Levanté junto a los abriles
una mirada y un olivo,
más alto que los pies del viento,
más grande que los años del almendro
y más hija que la tierra y su cimiento.
Moliseros y oriolanos, ¡altaneros!
¿Quién se acuerda de esta tierra
que alimenta los mayos
de mi boca sementera?
Sangre y vida,
savia de mi dolor
la que no descansa tranquila.
Crecen mis copos
entre junios heridos.
¡Llevo meses creciendo
junto a los llantos de mi regadío!
Felicitaciones Sra!
ResponderEliminarGracias Maribel!!!
EliminarLeo tus trabajos y como diría vulgar mente, se me cae la baba, simplemente, Vravo
ResponderEliminarGracias Antonio, por tus palabras que llegan tan directas, saludos!!!
EliminarQue hermoso no te detienes , eres como las malangas de las selvas tropicales , ocupas , ocupas que gratificante ver tu crecimiento . Besos
ResponderEliminarGracias Juan, siempre tus halagadoras palabras. Un abrazo.
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