Apunto con el polvo
de mi escopeta de hueso.
Más vale que se paren
todos los relojes
de perros sueltos.
Que te ladren en las tardes,
y en las noches, aparezcan
de tus sombras sus reflejos,
que así, por lo menos,
sentirás criar hormigas
en las vitrinas
de tus venas dormidas.
Estar vivo,
para mí es:
sentarse al sol
y hablarle de ti,
descubrir el mar
en un charco,
dibujarse entre nubes,
oler la hierba,
la tierra,
los libros y los dulces;
jugar en las aceras
y bajarse de ellas,
hacer las paces contigo
sin juicios ni vergüenzas;
mirar al mundo
con franqueza,
recordando que
sentirse vivo,
es querer vivir.
Me ha gustado todo el poema, en especial el fina. Saludos Adelaida.
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