Como espesa mermelada
cae al agua,
como un desgarrador río
cae herido,
y golpeándose en simetrías
su vuelo.
El húmedo llanto
de un aliento fracasado,
ha caído al agua,
y resbala como en aceite.
Lentamente se duerme...
Van los meses agrios
saliendo y entrando entre bodegas,
incrustándose en habitaciones
para dormir junto a el,
soñando que el árbol
se lanzó para rescatarlo.
Los sueños recuerdan
que un pájaro forzado
cerró su vuelo,
a la fuerza asustado.
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