ESCOMBROS EN LAS VENAS

Yo soy de la tierra y parto de un vientre.
Nací con la vergüenza y la pobreza,
con vestido y zapatos de princesa.

Aquí estoy queriéndome partir,
con el alma que ahuyenta hasta las fieras,
porque si aquí quiero verme morir
quiero que la vergüenza se detenga.

Yo nací de un vientre
y tan desnuda como la calle,
bebía de una alcantarilla
para que mis ojos no lloren y se callen.

Mis hermanas las ratas me dieron de su leche,
la miseria de los fondos amamantó mis ojos verdes.

No hay llanto más curioso
que el de una niña que ya no quieren,
que hasta la pobreza le corona
en forma de rata y llanteras.

No hay suelo mas bajo
que la mirada de la princesa,
ni acordeones que la acompañen,
¡tiene los escombros metidos en sus venas!

Yo haría palmas, como los grillos en las noches,
y me escurriría entre purpurinas, como el horizonte,
para verme dormir entre la seda,
sin ser cuchilla, sin ser hambre, 
y sin esa sed que tanto te emborracha de espera.

Si yo soy de la tierra y parto de un vientre,
¿por qué nací tan desnuda como la calle,
bebiendo de una alcantarilla
para que mis tripas no suenen
y mis ojos sequen y se callen?