No encuentro las señales de la vida,
nada me indica o me guía
a los lugares de donde nací.
Se han borrado dejándome una herida,
pues en herida me convertí.
Manchadas quedaron mis manos,
las mismas manos que te vieron partir.
Un beso de sabor amargo
se posó sobre mis labios,
los mismos labios despidiéndose de ti.
Todo deja de ser tras mis pasos,
aquellos mismos pasos que andaban tras de ti.
Me vi envuelta en tristes pedazos,
y en esos mismos pedazos me rompí.
nada me indica o me guía
a los lugares de donde nací.
Se han borrado dejándome una herida,
pues en herida me convertí.
Manchadas quedaron mis manos,
las mismas manos que te vieron partir.
Un beso de sabor amargo
se posó sobre mis labios,
los mismos labios despidiéndose de ti.
Todo deja de ser tras mis pasos,
aquellos mismos pasos que andaban tras de ti.
Me vi envuelta en tristes pedazos,
y en esos mismos pedazos me rompí.
Adelaida , podría decirte que soñé que algun día escribirías ese poema . No te puedes imaginar la sorpresa, iba leyendo cada verso y sabía lo que diría el próximo. Estoy maravillado, se puede conocer más a la gente a través del ciberespacio ,que compartiendo personalmente . Se abre una nueva dimensión.
ResponderEliminarMuy bueno ... un poema corto pero profundo !!
ResponderEliminarGracias Luis por tu comentario, saludos!!!
EliminarTus escritos me llevan a otro mundo... Simplemente hermoso Blogg!
ResponderEliminarMe alegra tu paso por mi blog y que te haya gustado. Gracias por comentar Lizeth Daniela
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