Torrevieja mía,
tú que levantas el reloj de la tierra
y así la mides,
con tu rugosa palma, en la fina arena.
Tú, nos miras con ojos enmarmolados
y tu reflejo somos
cuando nos bañamos,
en tus aguas de cabellos ondulados.
Torrevieja mía,
te sentimos entre caracolas
y te escuchamos entre las piedras,
cuando nos hablas intensamente
de amores en el mediterráneo.
Madre de canciones y de abrazos,
tan mansa y brava capoteando
y a los barcos bailes arrancando,
les regalas tus hermosos tangos.
Como praderas de lirios tú eres,
y como una novia entre claveles,
tu belleza, regala rosas a las mujeres.
El sol besa tus joyas de cristales,
la tarde, atesora tu risa al viento,
y se queda la noche pensando,
si la luna te ha regalado
una estrella del firmamento.
Se queda la noche ciega en tus calas
observando silenciosa tú reflejo,
tu reflejo es la sonrisa que regalas,
a la luna encendiéndole tú espejo.
Gracias Amiga por estas alabanzas a mi tierra natal, tierra que sin saberlo cobija una de las poetisas con mas futuro de esta época, que nos a tocado vivir, mis felicitaciones por tu trayectoria.
ResponderEliminarGracias a ti por tus halagos para mí, pero yo, como tú, solo expreso lo que me transmite esta tierra, sin duda engrandecida también por sus gentes.
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