El silencio de toda una tarde
es la lejanía a ninguna parte.
Comerse el ansia con dientes de plata,
dientes que clavan y en ti escarban.
Duda que te lleva a escalar montañas,
que te alejan. Precipicios que no llegan,
lejanías abismales, razonamientos
...que se pierden. Perderse al mismo tiempo.
Encontrar con ello lo que no entendías,
¡con tanto miedo! Silencios que se crean
en el mundo que ya no conoces,
asimilando y compartiendo con ellos
el mismo espacio. Entrando en razones
y encontrando las respuestas.
Sin preguntar responden con sutileza:
el peor enemigo del silencio es
...uno mismo.
Hay que alejarse sin sacar las garras,
o dientes, pues te muerdes y te hieres.
Te comes el ansia bebiendo de...
lo que no quieres.
realmente un silencio forzoso es una gran tortura, te lo dice alguien que vivió unos pocos. me he hecho seguidor, me despisté en su día y lo hice ahora. En Facebook soy Javier Huertas, Alex es el "nombre artístico". je. saludos
ResponderEliminarAsí es Alejandro, el silencio forzoso o auto inducido, puede ser una tortura que te lleve o no a alguna conclusión. Gracias por estar entre quienes me leen y nunca es tarde para ello Alex. Saludos!!!
ResponderEliminarQue grandes palabras sabias y escritas.
ResponderEliminarSaludos.