Soy un ángel negro,
no siento tener otro color.
Me vi desahuciada de tu templo
y de cualquier oración.
No quiero sal que repugne
ni azúcar que me ayude.
¡No quiero!
No quiero beber azufre.
No importa si duele,
si creo o no creo,
¡pero cuánto me duele!,
porque te amo.
Duelos internos
como enfermos se esconden
y crecen, concentrándose
en una fría torre,
en prisiones que encarcelan
a esta alma que se condena.
Si alguna vez decidiese buscarte,
será porque me siento preparada,
pero hoy me siento vacía.
Siento que por sentir
ni tú me acompañas,
escondiéndote y no sé dónde.
Caminaré de rodillas
hasta que me muestres tus orillas,
pero no será por los pecados que arrastre
si no por la fe que perdí y no sé dónde.
no siento tener otro color.
Me vi desahuciada de tu templo
y de cualquier oración.
No quiero sal que repugne
ni azúcar que me ayude.
¡No quiero!
No quiero beber azufre.
No importa si duele,
si creo o no creo,
¡pero cuánto me duele!,
porque te amo.
Duelos internos
como enfermos se esconden
y crecen, concentrándose
en una fría torre,
en prisiones que encarcelan
a esta alma que se condena.
Si alguna vez decidiese buscarte,
será porque me siento preparada,
pero hoy me siento vacía.
Siento que por sentir
ni tú me acompañas,
escondiéndote y no sé dónde.
Caminaré de rodillas
hasta que me muestres tus orillas,
pero no será por los pecados que arrastre
si no por la fe que perdí y no sé dónde.
Hermoso, mas cuando uno pasa por estos caminos.
ResponderEliminarBueno es algo abstracto pero son de los que debes de leer varias veces para entender el origen de la idea
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