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jueves, 26 de diciembre de 2013

LA VIDA CUANDO PIERDE, HUELE A ESTIÉRCOL




La vida se pierde entre sus vientres
y no se olvida; 
se queda esperando 
y bebiendo de tus sierras,
mamando de tus rocas,
reconciliándose con el estiércol de la vida,
para encontrarse de nuevo contigo poeta.


Se grabó en las piedras
un enamoramiento con abarcas.

¡Poeta rudo hasta los huesos
cuando alzaba la mirada de frente, 
y su barbilla a su morena valiente!

La pobreza y el luto 
se llevó el llanto, 
y con ello a su mundo.

Llanto del dolor,
enfermo de mi corazón.
Tu garganta quedó desecha
cuando le gritabas al mundo 
¡miserias de una guerra!

Enfermedad, hambre y esquela,
estallaron como volcanes,
y tú, marchándote sin tus abarcas,
sin tu morena y tu sierra.

Yo se hablar con tus piedras
y emborracharme de tus ríos.
No hace falta haber parido como loba
ni haber sido criada como animales
para entender que la vida 
es un montón de mierda.

La vida perdió el cordón de su vientre
cuando se cruzó de brazos,
apagó  la cuna de tu sangre
y la vida de tu hijo por delante.


3 comentarios:

  1. Que tendrá Miguel verdad. Yo también le tengo dedicado algún trabajo.
    y este tuyo amiga Adelaida, de verdad, tan bueno como merecido.

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  2. Gracias Antonio, que tendrá Miguel??, pues ha tenido mucho y ha perdido más, eso es lo que pasa, dio tanto que le arrebataron bastante más.

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  3. Vinc de la ciutat dels morts,
    on el silenci
    és el senyor del temps
    i els xiprers els seus vigilants,
    on cada porta
    és una pedra que tanca
    o una creu que ens assenyala.
    Baixa el taüt,
    amb la fusta nova i brillant,
    amb els cos recent estrenat
    en la seva funció de mort.
    Rere queden
    els plors i sanglots sentits,
    ja s’ha fos l’ànima
    en una tarda
    on el sol i la boira
    volien tot dos,
    guardar testimoni del traspàs.
    Queden corcades les llibretes
    amb els mots amagats,
    entre versos rellegits mil cops,
    a cau d’orella,
    a ple crit,
    o nomes llegits
    a salt de mirades tendres.
    Vinc de la ciutat dels morts,
    allí on encara
    la vida no s’ha marcit del tot,
    i s’han amagat
    els mots dels seus versos
    entre les pedres i les creus,
    i tanmateix,
    cada xiprers
    sembla l’esmolada punta
    d’una ploma
    a punt d’escriure
    en un full verge,
    color blau cel.

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