jueves, 28 de noviembre de 2013

NI GARBANZO NI MOZUELO



Cuando yo era mozo,
recuerdo perderme entre tus sombras.
Más grande que tus ojos me sentía
y más pequeño que un garbanzo me quedaba,
cuando de ti me despedía.

¡Niña!, yo contigo quiero casarme
y perderme en tu vientre de la vida.
Sementera de mi tierna carne,
no le niegues a este mozo
tu cariño de niña,
¡que ya soy hombre!

Hoy vengo a pedir tu mano
más pequeño que sincero,
pero más recta es mi promesa
de casarme, ¡porque te quiero!

No hay novia más hermosa
y más blanca que el invierno.
Ya no seré nunca más pequeño,
ni garbanzo, ni mozuelo,
pero si me sentiré 
tremendamente perdido sin ti, niña,
¡porque yo sin ti me muero!


1 comentario:

  1. "No hay novia más hermosa,
    y más blanca que el invierno,
    ya no seré nunca más pequeño,
    ni garbanzo, ni mozuelo..."

    Qué tiernos los versos que nos regalas...me gustó mucho tu poema.

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