Si los cielos
se acordasen de mí,
¡si alguien de los cielos
se apiadase de mí!,
transformaría tu roca,
que aplasta este corazón,
¡este corazón de idiota!,
que muere en el cementerio
a la salud de tu boca.
Mándame tus recuerdos, amor mío,
aunque sea con palabras de extranjero,
quedaré junto a mi tumba de flores,
que me regalaste juntos a ellos.
Serás prisionera de
mis noches locas,
mátame con tu voz, ¡aunque sea a gritos!,
que se hagan fuertes, de hormigón herido,
a ser posible, ¡que se claven!
¡Que venga el veneno de tu sonido
y me mate!,
quiero poder sentir que no te has ido,
-a ninguna parte-.
¡Si alguien de los cielos
se apiadase de mí!,
¡me partiría en dos!,
transformaría tu roca,
que aplasta a este corazón,
¡a este corazón de idiota!
Según Mario Vargas Llosa " Solo un idiota puede ser totalmente feliz"
ResponderEliminarSegún yo, "merece la pena perder algo de felicidad". Un abrazo Elena.
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