LAS VOCES NUNCA CALLAN

 

Me despiertan las voces del silencio,
gritan y berrean
los borregos que nunca duermen.
¿Quienes las encienden,
las paran o las callan?
¡Que reine la bala!
que con sus gritos me disparan.

Direcciones todas caben,
todas buscan y a mi me juzgan.
Su sentido del olfato nunca duerme
y contra mi se vuelve.

Los borregos nunca duermen,
¡nunca paran y nunca callan!
Las balas de sus gritos serán
las que me acompañarán.