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I
Eres madera tallada
entre espinas de dolores,
y al mostrar tu voz calmada,
que llueva la paz oraban
entre espinas y consuelo.
II
Madera de voz calmada,
cuerpo de mis voluntades,
descendiste de mi cielo
Cristo de los pecadores,
con la voz de tu consuelo.
III
Domingo de madrugada
estaban todos de duelo,
y mostró su voz calmada:
¡que llueva la paz!, oraba,
nuestro Cristo del Consuelo.
IV
Descendiendo desde el cielo
desplegó su largo manto,
y entre oraciones y llantos,
se mostró su voz calmada,
¡era el Cristo del Consuelo!
muy hermoso, me encanto Traviezo J
ResponderEliminarGracias Traviezo, me alegra que así sea, es la finalidad de cuando uno escribe, que te lean y que guste. Un gran saludo!!!
EliminarUn hermoso poema que hace reflexionar, te mando un beso y ten un buen fin de semana
ResponderEliminarGracias por tus palabras para mis versos. Saludos J.P. Alexander,
EliminarHola.
ResponderEliminarMe gusta tu blog. Te invito a visitar el mío, espero que te guste.
Gracias por compartir lo que escribes. Me encanta la Semana Santa y su significado.
Ya te sigo... espero volver pronto.
Saludos.
Hola Alma Inquieta, ya tu nombre anima a visitar tu blog, cosa que haré por supuesto y te comento. Un gran saludo.
Eliminarmuy bueno amiga, de verdad te felicito, saludos y felices pascuas
ResponderEliminarMuchas gracias Oscar por tus palabras, saludones!!!
EliminarMuito Belo!
ResponderEliminarSaludos: Geraldo
Gracias Geraldo por tú opinión siempre bienvenida.
EliminarCuan emotivo y que nos hace recapacitar, bonita labor la de comunicar sentimientos.
ResponderEliminarBuenos días Antonio, muy grato saberte navegando en mi blog y gracias por esas palabras siempre bienvenidas y mas cuando llegan de un gran comunicador de sentimientos como demuestras con tus poesías. Por otra parte, podrá ver que he puesto un enlace a tu blog desde el mío como "blog amigo". Un muy gran saludo para ti desde Torrevieja!!!
EliminarMira que no tengo yo mucho apego a las tradiciones religiosas, pero… me emocionaste, Poetisa.
ResponderEliminarGracias…
Me alegra mucho haber llegado a tu alma. Saludos Bardo.
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