Remuevo suelo y tierra.
Invoco los tiempos del asfalto.
Cierro los aires del miedo y,
saco los dientes del amargor
¡con hambre hasta clavarlos!
La abriría en canal y me emborracharía.
La deshojaría desnudándola
entre locuras, llantos y risas.
La arañaría reuniendo a su mala suerte
por llevarse mi vida entera.
La apartaría de lado a lado,
me la pondría de frente para que viese
como estallan mis berridos contra sus tímpanos
llenos de raíces viviendo de la muerte.
Me echaría cadenas de sentencia a puñados.
Me abriría en canal hasta ahogarme.
Me deshojaría la piel hasta quitármela,
y arañándome el pecho,
¡poder sacar lo que tanto duele y se retuerce!,
...porque te añora hasta matarse.
Me taparía con la tierra de tu cama.
Me convertiría en asfalto de gusano.
Viviría sin el aire y sin el miedo
para poderte encontrar, ¡hasta en el infierno!
ResponderEliminar...Me taparía con la tierra de tu cama
me convertiría en asfalto de gusano
viviría sin el aire y sin el miedo para poderte encontrar
¡hasta en el infierno!
Sencillamente. MAGISTRAL
con una fuerza inusitada, el poema vive
ResponderEliminarsaludos
Un poema que duele en su aliento al leerlo,
ResponderEliminarEnhorabuena por romperte de esa forma el alma y dejar así la fuerza de tu voz.
Besos
Gracias por sentirlo así. Besos María
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