velas de mantas encierran,
al cielo que lo han partido,
niño de tierra, ¡te entierran!
Mis velos se han comido
esta fuerza que desgarra,
sus brazos te han dormido
en la nana de su piedra
No hay negro que no manche
esta piel marchita en carne.
Soy tierra ¡que tierra rompe!,
lamiendo nanas de noche.
Manto de flora salvaje,
cuna que alumbras al hombre,
cubre de lunas y soles
al hijo de
tierra noble.
Ade , disculpa la confianza , de tus mejores poemas , eres telúrica sobre todo en el manejo de los tempi . Conmovedor. Gracias . Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tu opinión Juan David, pero que quieres decir con "telúrica en el manejo de los tempi????".
ResponderEliminarEl poema es genial..! Me ha encantado...Ya me habia quedado por aca..Te invito a que me visites Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusta mucho cómo escribes!!
ResponderEliminarCon el alma!!
Un saludo
Amalia
¡Qué extrañas sensaciones . Es un poema que no deja indiferente. Lo voy a compartir
ResponderEliminarimpresionante poema , Adelaida , te toca la fibra , te desgarra , muy bonito
ResponderEliminarEs un poema que invita a leerlo muchas veces, felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias a todos por leerla. Saludos artistas!!!!!!!
ResponderEliminarAdelaida la poesia nana de piedra es hermosa.aque las de mas son hermosas.
ResponderEliminarGracias Laura, me alegra que te gusten mis poemas, y te invito a leerme siempre que quieras. Un abrazo.
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