Saber que te extrañan
hasta las sombras de las mañanas.
Sentir el vacío
en el hondo de tus costumbres.
¡Me has dejado muy vacía
ante el pregonero de mi carcelero,
que se burla con su canto
frente a mi casa este Jueves Santo!
He salido al balcón
de las reconquistas traicioneras,
he osado elevar mi voz
-que se caía-
por no poder ni asomarse.
Mis ojos fabricaban
los equilibrios de la mentira,
si cae uno de su sitio
¡irán todos a su beneficio!
Mejor retener
los cristales de la retina,
¡ventanales que se empañan
hasta altas horas de la mañana!
Me has dejado muy vacía
ante el pregonero de mi carcelero,
que se burla con su canto
frente a mi casa este jueves Santo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por vuestra visita a mi blog, espero que mis publicaciones hayan resultado de vuestro interés. Si me lo haces saber, mejor!!!!