Si alguna vez, vieseis un manto caído,
no importa quien lo deje,
alguien seguirá el rastro de su perfume
y lo recogerá por el camino.
Si alguna vez,
no volasen más las palomas del destino,
no importa que no lo hagan
y se queden ya dormidas,
despertarán una a una
reforzadas de su caída.
Si alguna vez escucháramos
las verdaderas palabras prohibidas,
no importa quienes las escuchen, no importa,
seríamos libres de cadenas y mentiras.
Si alguna vez,
me vieseis tapar el manto por mi caída,
no importa mi herida, no importa,
alguien vendrá, y me levantará con una caricia.
Me encanta. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegra siempre, un abrazo para ti.
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